Photo: Julio Cesar Mejia, marzo 2010
Uno comienza sonriendo para evitar mentir a los demás, cuando por dentro llevas un dolor que te desgarra las entrañas.
Pero no mientes en vano, todos creen y callan al ver en ti plasmada esa sonrisa que jamás desaparece… Y aún así te acostumbras a sonreír por nada pensando que eres feliz.
¿Lo serás de verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario