martes, 23 de agosto de 2011

Pensamientos disparatados con toques de sinceridad


¿Donde andará mi cerebro en estos momentos? Estoy como desconectada, apagada de esta sociedad que no comparto. Pendiente de aquello que no comprendo, que no entiendo y que me he dispuesto como reto personal... Debe andar tomando un respiro en el inhóspito vacio de las soledades; allá donde reina la paz y la tranquilidad; aquel lugar que cualquier ser humano desearia encontrar en esta revuelta y acelerada vida.

Estoy pensando en los grandes personajes que nos pasan una y otra vez a lo largo de nuestra trayectoria académica. En sus obras, sus libros y los tan anunciados descubrimiento, y no puedo sentir envidia de la vida que llevaban. Siempre se les exalta como los genios, los sabios; grandes pensadores... pero analizandolo bien; ¿Qué más les quedaba? no había presura para asistir al trabajo, ya que aquellos que filosofaban tenian bastante dinero como para no hacerlo. No había presión por ir a la universidad; sólo las personas ricas podían pagar tutores para traspasar su sabiduría. Los años promedio de vida no superaban los 40 por lo cual debían aprovechar su tiempo sin mayores problemas de estres o depresiones. Tenían aire limpio en todos sus alrededores y explanadas de praderas y bosques para recorrer a su antojo. ¿Qué otra cosa podrían haber hecho, si no pensar en su entorno? Como aquel personaje que quizas durmiendo bajo la sombra de un árbol en un día soleado; al ver caer una manzana propuso una de las leyes más acertadas de la humanidad, "la gravedad". También como Copernico que por medio de la observación establecio parametros y estudios que conlcluian en la teoria heleocentrica.  Tantos pero tantos tipos que por ociosos se hicieron posteriormente famosos.

Que envidia, en eso pienso; en la injusticia de nacer en los tiempos donde pensar y filosofar forma parte de la vida y de una constante reflexión sobre nuestra existencia; además también en mi interior está la idea de que me hubiese gustado que no hubieran pensado tanto... que simplemente hubieran habido cosas que se quedaran como estaban; así no tendríamos que trabajar de día y noche para tener sustento; no habría que correr todo el tiempo en busca de seguir sirviendo al mercado que nos controla. No hubiesen habido bombas nucleares, guerras, carreras armamentistas... muerte.

"El ocio es la madre de los vicios" y muy bien se plantea ante el mundo esta premisa... Por culpa o por bien, de los ociosos de nuestros antepasados; nuestro  mundo esta como esta.