-Anastasia: Y si escapo?... y si corro?... me encontraras?... Sabrás llegar al lugar en el que descansan mis suspiros?, me esperaras con tu sonrisa y con tus ojos dispuestos a sostener los míos, mientras intento buscar el camino de regreso a la verdad? Volverías una vez más al infierno a rescatar mi alma de las garras de la suciedad que me embarga?...
-Christopher: Si tu escapas, no existiría lugar alguno en el que pudieras ocultar los latidos que escucho desde mi corazón, no podrías ocultar la respiración particular y celestial que me quita el aliento... claro también que te encontraría; pues he tratado vidas enteras de tenerte junto a mi y si aún no fuese suficiente, estaría todas mis futuras existencias intentado buscar la tuya para poder estrecharte junto a mi... el lugar que persigo lleva tu nombre, tus suspiros son los únicos que me hacen sentir la gloria de escucharte, sin ellos lo nuestro no tendría sentido; nada de lo que existe en este universo tendría sentido para mi. Tú mi querida Anastasia... sabes mejor que nadie, que estaré ahí contigo aunque la muerte se interponga entre nosotros. Siempre tendrás mis ojos para ti y mis brazos estarán abiertos para que encuentres el camino de regreso... Mi dulce amor, pagaría yo las penas del infierno por evitar que sufras semejante tortura, pues no existe tierra en este mundo capaz de existir sin tus ojos, sin tus besos, sin tu respiración...
-¡Magnifico!- dice una voz estridente que proviene desde una de las butacas del viejo teatro de Santiago - han estado sublimes, daremos un receso y volveremos todos a las 15.00 para apuntar los detalles finales
Se cierra el telón tras sus palabras y el silencio consume la habitación.
