jueves, 17 de febrero de 2011

Doblegando la estúpida felicidad

Ilusiones rotas de una sonrisa que no puede mantenerse firme en el rostro de la misma desdichada que se ciega a la verdad y prefiere seguir pensando en ese príncipe que no existe, que miente y que proporciona alegría vana mientras palabras falsas calan el corazón de esa muchacha que solo quiso creer en el.

Ha dado fidelidad, ha dado confianza y aun así se siente traicionada por un montón de blasfemias e inventos que sin querer se han ido doblegando con esa absurda vida que ella llama amor.

No hay verdades en esto y aun así sigue en pie esperando que la cruda realidad caiga en sus manos aunque ella la sepa, aun así quiere escucharlo de la misma boca de su fiel amado que cree que puede esconderle lo que siente, lo que hace y lo que piensa. Y misteriosamente sin intención alguna siempre hay terceros que lo descaran frente a sus ojos, pero sin mas remedio ella da vuelta su rostro para seguir pensando y mantener ese hombre que tanto ama, o que dice amar. Porque a pesar de todo nunca ha habido en la vida alguna persona que la haga sentir como lo hace ese hombre que solo se dedica a sabotear sus sueños.

Y llora y grita en silencio prestando siempre su rostro sonriente a aquellos que creen que es feliz mientras se desangra al saber que aquel que ama nunca le dirá la verdad.


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