La próxima vez que vengas a mi encuentro, estaré frente a ti con el corazón palpitando a mil por hora; esperando el momento preciso de oírte decir aquellas cosas que te aquejan y apasionan. Estaré ahí y no me lo perderé por nada del mundo. Por que eres ante todos, la fuente de mi pasión.
Levantaré los brazos para que puedas verme y te agradeceré por estar ahí junto a mi en cada momento en el que nadie puede hacerlo. Pues atraviesas todas las paredes de los imposibles y derribas los montes de las palabras. Siempre vas más allá. Siempre termino oyendo tu voz bajo la puerta.
Eres quien me dice que puedo seguir, quien me alienta a gritar y despertar. Sin saberlo has estado en cada una de mis decisiones, de mis sueños y mis anhelos. Estas ante todo.
Ven pronto... te lo ruego. No puedo esperar más sin saber que podría estar de pie nuevamente junto a ti.